Denuncian ‘acoso’ de Patrulla Fronteriza
Documentan acciones contra inmigrantes en el Valle de Coachella; las
autoridades niegan arrestos de padres camino a la escuela
Campesinos en el Valle de Coachella, ayer. Muchos dicen vivir bajo un temor
constante de que migración los venga a buscar en los mismos campos. También,
dicen, se hicieron presentes en centros comerciales y establecimientos. [Fotos:
Claudia Núñez /La Opinión] |
Salir de casa es como abrir una puerta a la deportación, dijeron a La Opinión
residentes del Valle de Coachella. Lo mismo sucede en sembradíos, escuelas y
centros comerciales. De hecho, afirman, la Patrulla Fronteriza ha puesto la zona
bajo sitio.
"Hay una especie de cacería. Están en todas partes y cada vez son más las
historias de persecuciones a alta velocidad en el Valle. Ya no sentimos lo duro
sino lo tupido", declaró Mario Lazcano, presidente del Comité Latino del Valle
de Coachella.
El último incidente sucedió la tarde del martes, cuando presuntos agentes de
la Patrulla Fronteriza se apostaron frente a una estación de autobuses escolares
y detuvieron a seis personas, que según testigos eran padres de familias que
llevaban a sus hijos camino a la escuela.
"Entendemos que persigan criminales en los campos, pero no deberían estar en
la parada de un autobús escolar", declaró a este rotativo Elizabeth Ramírez,
directora de la escuela primaria Oasis en el valle de Coachella, quien corroboró
lo sucedido.
La presencia de "la migra" causó que la escuela quedara ayer prácticamente
desolada. En esa institución más del 85% de los estudiantes son de origen latino
y gran parte de ellos, niños indígenas que difícilmente comprenden el español y
mucho menos el inglés. Los padres atemorizados no mandaron a sus niños a clases.
"Los conductores no querían bajar a los niños del autobús porque veían las
camionetas de la patrulla fronteriza y tenían miedo por lo que pasara si los
niños veían que arrestaban a sus padres", relató Linda Aguirre, directora
interina de transporte en el Distrito Escolar Unificado del Valle de
Coachella.
Aguirre narró que tres chóferes reportaron la presencia de vehículos de
agentes federales y que el incidente asustó a varios niños. El distrito escolar
tuvo que enviar urgentemente personal extra para asegurar que cada niño fuera
recogido por un miembro de su familia.
"No sabían que hacer, solo lloraban", apuntó.
Sin embargo Gerardo González, portavoz de la oficina de la Patrulla
Fronteriza con base en El Centro declaró que no se detuvo a ningún padre de
familia y que su agencia carece de registros de arrestos realizados en esa
zona.
"No fuimos nosotros. No hacemos persecuciones ni en iglesias ni en escuelas",
aclaró González.
Varias personas entrevistadas ayer por este diario afirmaron que la Patrulla
Fronteriza está recorriendo los estacionamientos de escuelas, como el Colegio
del Desierto, así como el área de entrada y salida de los trabajadores del
casino Fantasy Springs, centros comerciales y hasta los campos agrícolas.
"La migra llega y pone las ‘perreras’ [camionetas] alrededor del campo y
esperan a que alguien se ponga a correr para perseguirlo y de paso detener a más
personas", afirmó Natividad Sagrario, jefe de cuadrillas de trabajadores del
campo en la zona.
Diversas organizaciones comunitarias y estaciones de radio están pidiendo a
la gente que mantenga la calma, que no corran ante la presencia de los agentes,
"pues esta es la puerta de entrada a la persecución".
Virginia Kice, de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE)
declaró que su agencia tampoco han realizado operativos en el área y que las
seis personas arrestadas el martes no lo fueron por agentes de ICE.
"Están negando los operativos, pero la gente vive en pánico porque todos los
días alguien es arrestado y deportado", afirmó Lazcano y agregó que los agentes
de la Policía del Sheriff del Condado de Riverside están actuando en contubernio
con las autoridades de migración.
Según diversos testigos, en la tarde de ayer, dos agentes del sheriff
detuvieron a José Guadalupe Zazueta en la ciudad de Coachella bajo cargos de
posesión de drogas. Sin embargo acto seguido los policías llamaron a los agentes
de migración que se llevaron a Zazueta.
De acuerdo a una ordenanza aprobada el 19 de marzo del 2006, la ciudad de
Coachella fue declarara ciudad santuario por lo que las autoridades no pueden
realizar funciones de los servicios de inmigración federales.
"Están violando la ley y los policías lo único que están provocando es que la
comunidad no confíe en ellos", apuntó el activista.
Herlina Valenzuela, portavoz del sheriff de Riverside, agencia que ofrece
servicios de seguridad en esa área indicó que desconocía los hechos y aclaró que
la función de la policía no es investigar el estatus migratorio de las
personas.
Sin embargo, testigos del arresto indicaron que los dos agentes, la placa de
cuyo automóvil es M85043, hicieron caso omiso de quienes les gritaban que lo que
hacían era ilegal.
"El ‘poli’ gritó que él sabía de leyes y que seguido le llama a la
migración", dijo un testigo quien prefirió quedar en el anonimato.
Más del 75% de los residentes del Valle de Coachella son de origen hispano.
Grupos comunitarios anunciaron que realizarán marchas en denuncia de una
situación que, afirman, es sin precedentes.
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