23-10-2008
Una historia "amplificada" con final feliz
Ratchet y la sargento Beberg: cuando un perro vale más que un millón de
iraquíes
Mónica G. Prieto
La adopción de una mascota por una militar triunfa en los medios
estadounidenses. La anécdota ha suscitado un vivo interés por los derechos de
los animales iraquíes.
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La militar estadounidense y la perra iraquí adoptada posan juntas. (Foto: AP)
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BEIRUT .- ¡Extra, extra! La mascota iraquí adoptada por una soldado
estadounidense está viva! ¡Extra! ¡La perrita se dispone a viajar a casa!
¡Extra, extra! ¡Ratchet llega a EEUU tras dos días de viaje!
La cobertura de una de las noticias menos trascendentales para los 25
millones de civiles atrapados en el infierno iraquí copa los titulares de
decenas de medios norteamericanos desde hace más de una semana.
Se trata de la historia de una perra hallada por dos soldados estadounidenses
el pasado mayo en un vertedero iraquí. La sargento Gwen Beberg, natural
de Minneapolis, se encariñó con el animal y lo adoptó durante lo que le restaba
de misión, aunque dada la normativa que impide a los militares convivir con
animales el perro fue incluido en la 'operación Baghdad Pups' (mascotas iraquíes), una campaña
promovida por la Sociedad Internacional para la Prevención de la Crueldad contra
los Animales para rescatar animales recogidos por soldados en Irak y
tratar de reunirlos con sus padrinos.
Hace un mes, cuando la sargento Beberg se disponía a abandonar el país árabe,
trató de enviar a la mascota a EEUU con la ayuda de la citada organización, pero
según la agencia AP oficiales norteamericanos confiscaron al animal antes de
que pudiera llegar al Aeropuerto Internacional de Bagdad, basándose en la
norma que prohíbe a los soldados adoptar animales o llevárselos consigo.
La noticia suscitó una oleada de indignación en EEUU, tanto que más de 30.000
personas firmaron una petición 'online' para exigir al Ejército que
permitiera a la afligida Beberg llevarse a su perra. En tres días, la
información copaba titulares de decenas de medios tan prestigiosos como
'USA Today', MSNBC, CBS, ABC, CNN, 'Daily Herald', 'Boston Globe', 'Houston Chronicle' o
'Miami Herald', que pasaron a cubrir cada episodio de la 'aventura' de Ratchet
con la minuciosidad de una visita de Estado o un debate electoral.
Un somero repaso por la sección 'Irak' de Yahoo! News, que recoge todas las
noticias aparecidas sobre el conflicto en la prensa internacional, arroja decena
de resultados sobre el caso. "Persiste la esperanza para la mascota iraquí". "Un
perro iraquí centra la atención la política del Pentágono sobre las mascotas".
"Un soldado lucha por un perro iraquí". "El perro iraquí sigue vivo".
Los titulares se sucedían a una velocidad vertiginosa. La presión mediática
logró que las autoridades militares decidieran que el perro era libre de
marchar, pero anunciaron que no se harían cargo del transporte. Este lunes,
después de tres vuelos y dos días de viaje, el animal llegó finalmente a
EEUU para consuelo de su nueva dueña, de la citada asociación y de una buena
parte de la sociedad norteamericana, aliviada por la buena acción de su
conciudadana en el Irak militarmente ocupado y dividido por la violencia
sectaria promovida tras la invasión.
Ni un titular
Lo más triste es que millones de iraquíes no sólo envidian la suerte del
perro, sino que sus suertes no merecen ni un solo titular en esos medios. En las
agencias, periódicos o televisiones apenas se menciona que en las últimas 24
horas 15 personas han perdido la vida en varias explosiones y tiroteos
sucedidos en Babel y Bagdad, entre ellos un niño de corta edad, ni tampoco que
44 iraquíes han resultado heridos, entre ellos una mujer embarazada.
Es difícil encontrar un reportaje sobre la vida cotidiana de una generación
perdida de niños iraquíes o de las dificultades de decenas de miles de viudas
para subsistir.
Tampoco se han hecho demasiado eco de que Irak, con más 4,7 millones de
refugiados y desplazados internos, sigue siendo el país con más peticiones de
asilo del mundo. Las cifras de civiles muertos son un enigma, aunque muchas
organizaciones las elevan al millón de víctimas, y pese a la relativa mejora de
las condiciones de seguridad la situación dista mucho de ser halagüeña, como
demuestra el hecho de que según la Agencia de Naciones Unidas para los
Refugiados unas 1.500 familias cristianas, en total más de 9.000 personas, hayan
huido de Mosul tras recibir amenazas de muerte.
Esta noticia, recogida por la mayoría de medios internacionales, no ha
merecido el despliegue mediático concedido a la perrita Ratchet, lo que debería
llevar a reflexionar sobre la responsabilidad de los medios en conflictos
como Irak o Afganistán, donde las víctimas de los bombardeos u operaciones
de EEUU o sus aliados suelen ser catalogadas de "presuntos terroristas" incluso
cuando se trata de mujeres y niños mientras que anécdotas como la de esta
mascota son elevadas al máximo interés.
También da que pensar sobre las prioridades de las sociedades que
consumen la información, puesta en evidencia con ejemplos pasados y no menos
escandalosos como el llamamiento de la organización israelí Ahava (Salvando
animales en Israel y Oriente Próximo) en la que se llamaba a salvar a 138
animales domésticos residentes en el norte de Israel durante la guerra
contra Hizbulá
del verano de 2006. Los bombardeos israelíes costaron la vida a 1.200 civiles
libaneses, entre ellos 400 menores de 13 años, mientras que la respuesta de
Hizbulá mató a 120 israelíes, la mayoría soldados.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/10/21/internacional/1224610114.html
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