Conferencia Nacional de "¡El Mundo no Puede Esperar! – ¡Fuera Bush y su
Gobierno!" Comentarios de Sunsara Taylor, el 06 de octubre de 2007
Bob Dylan cantó una vez, "No hablemos falso ahora – se está haciendo
tarde."
Por años – cuando un horror asombroso ha eclipsado a otro, cuando la
conciencia se ha escandalizado tantas veces que en muchos casos parece que ya es
insensible – estas palabras me han venido a la mente. Pero nunca me han parecido
tan oportunas como ahora.
Así que no hablemos falso. Estados Unidos, el país que conocemos, no regresa
jamás. Y cómo será el futuro – si nos encerrarán en la guerra global y el
fascismo interno o si se opondrá resistencia a eso para derrotarlo y sacar a la
luz algo mucho mejor –eso ya se está decidiendo. No es demasiado tarde para que
el pueblo gane la batalla – pero el reloj hace tic-tac.
¡Miremos el mundo a nuestro alrededor!
Ayer recibí un correo electrónico de Sureya Sayadi, a quien unos de ustedes
conocen. Es kurda-iraqí y una médica, activista y académica que vive en el área
de la Bahía de San Francisco.
Aquí está un pasaje del artículo lo que mandó. "El sobrino de Sayadi,
Mushtaq, un hombre desempleado de 35 años de edad, cuya madre es kurda y cuyo
padre es árabe chiíta, manejaba un taxi entre Beji y Bagdad. 'Un hombre con
dialecto saudí llamó por teléfono a su madre, mi hermanastra Gailas, y le ordenó
que reuniera $2.500 para liberar a Mushtaq. Llamaron por su teléfono celular y
le hicieron pedir el dinero a su madre. Ella recaudó el dinero y lo trajo al
suburbio de Bagdad donde le habían instruido que fuera, sólo para descubrir el
taxi quemado de su hijo y el cadáver muerto a hachazos envuelto en su alfombra
de oración. Los hombres dijeron que lo hicieron porque era chiíta'."
Multipliquen eso por centenares de miles. Cada día intensifica ese
sufrimiento desenfrenado y caótico, los ciclos de derramamiento de sangre, y la
destrucción de la razón y la esperanza juntas con la infraestructura de un
pueblo entero. Un país que una vez fue laico – y ahora queda devastado por los
peores géneros de limpieza sectaria-religiosa, fanática, étnica y religiosa,
cuando los EE.UU. respaldó primero a los chiítas y luego a los sunitas; cada vez
más, la gente está atrapada en medio y la violencia es asombrosa – habiendo
huido más de cuatro millones de sus hogares y ahora todo el dinámico comienza a
desbordar las fronteras, amenazando desestabilizar y sumir la región entera.
Mientras hablamos esta noche, la maquinaria del gobierno estadounidense se ha
perfeccionado y se la está utilizando para torturar y quebrantar a seres humanos
– física, emocional, espiritual y mentalmente. Todo eso se ha legalizado y se
realiza a una escala industrial. Un sobreviviente de una cárcel “sitio negro” de
la CIA describió: "La CIA los golpeaba día y noche por meses… muchos se
volvieron locos. Podía oír a la gente mientras se golpeaba la cabeza contra las
paredes y las puertas, chillando de voz en cuello".
Un experto le dijo al New Yorker: “Es uno de los programas de tortura
más sofisticados y refinados que conozco... En cada etapa, la atención es
rigurosamente minuciosa… El control de la calidad se impone desde arriba y la
rutina es tan establecida que llegas al punto en que ya sabes lo que cada
detenido va a decir, porque ya lo has escuchado muchas veces. Fue casi
automático. La gente salió totalmente deshumanizada, hecha pedazos. Fue la
imposición deliberada y sistemática de gran sufrimiento, disfrazada de
procedimiento judicial. Simplemente es espeluznante”.
Eso va junto con un aparato masivo de intervención telefónica de alta
tecnología, propio a un estado policial despiadadamente represivo, al igual que
la destrucción del "proceso debido", el derecho de hábeas corpus y la presunción
de la inocencia, y la construcción de multitudinarios campos – ahora
específicamente para inmigrantes, pero con implicaciones más amplias y aún más
graves.
Se acompaña, además, de una represión masiva del discurso antes considerada
aceptable, la protesta, y el disentimiento, como los asaltos a estudiantes con
pistolas taser; la paliza y el arresto de manifestantes pacíficos, como el
reverendo Yearwood del Hip-Hop Caucus, frente a las puertas del Congreso. ¡La
condena de anuncios pagados que dicen la verdad, como el reciente desplegado de
MoveOn, en resoluciones del Congreso! McCain hasta sugirió que el desplegado de
MoveOn fuera un acto de traición. La traición lleva la pena de muerte.
Y eso no es todo.
Aunque la opresión de la gente negra a lo largo de las generaciones, la
discriminación sistémica, la brutalidad, y el terror racista no pueden
atribuirse a este gobierno – todo eso está intensificándose y reviviendo con
este gobierno. Piensen en Katrina y la limpieza racial de Nueva Orleans desde
entonces (más de 200.000 personas todavía no han regresado y eso no está
cambiando) y ahora Jena, seguido por sogas de ahorcamiento que empiezan a
aparecer por todas partes.
La Suprema Corte ha hecho que sea drásticamente más difícil entablar demandas
por el acoso y la discriminación sexuales y ha empezado a penalizar el aborto.
Uno de los únicos proveedores que practican el aborto de término tardío, el Dr.
Tiller, actualmente está a la espera de un proceso judicial, unos farmacéuticos
están negándose a preparar recetas anticonceptivas, y la nueva prueba decisiva
para candidatos conservadores es la oposición al control de la natalidad. Todo
esto está intensificando las generaciones de vergüenza, sentimientos de
culpabilidad, maternidad forzosa, sueños prematuramente truncados, y violencia
contra mujeres encubiertas en las invocaciones santurronas de la Biblia,
interpretada al pie de la letra.
En cuanto a los gays se ha visto la anulación del casamiento, la revocación
del derecho de tutelar a niños, la consagración de la discriminación sufrida en
el lugar de trabajo, y el renacer de la intolerancia abierta, descarada,
desenfrenada y santurrona, arraigada en la Biblia.
Respecto al derretimiento glacial – ahí se está ocultando y suprimiendo la
ciencia, a pesar del gran peligro que eso representa para la humanidad, el
planeta y la riqueza de nuestras vidas.
Así es nuestro mundo hoy – como expresa con gran impacto la Convocatoria de
"El Mundo no Puede Esperar! – ¡Fuera Bush y su Gobierno!".
En medio de todo esto – hoy en los Estado Unidos se escuchan muchas mentiras
y engaños mortales, pero uno de los más mortales es que "el gobierno de Bush se
acaba".
El gobierno de Bush no "ha ido tirando al fin": está intensificando sus
propuestas. El rechazo a operativos políticos de alto nivel como Rove o Gonzales
no equivale a la disolución de un gobierno, sino la preparación para "un esprint
hacia la línea de meta". Se informa que en estos momentos Bush está insensible a
la crítica, es "optimista", y actúa pensando en su "legado histórico".
Ese "legado" no es para los libros de historia después de que todos hemos
muerto. Se trata de hacer permanentes y fomentar más de los crímenes horríficos
que han llegado a ser "la nueva normalidad". George Bush tiene la intención de
utilizar sus últimos 15 meses para garantizar la existencia y la dominación de
este imperio en un nivel aún más horrífico y con la capacidad exponencialmente
más grande de asfixiar cualquiera resistencia fundamental a ello.
Ya se han elaborado planes para más de 2.000 blancos de ataque en Irán, y dos
grupos de batalla navales estadounidenses están en posición. El Sunday
Telegraph informó el 16 de septiembre que "oficiales del Pentágono y
funcionarios de la CIA dicen que creen que la Casa Blanca ha empezado un
programa cuidadamente calibrado de escalada que podría llevar a una contienda
militar con Irán". Si eso es lo que sucederá o si la financiación estadounidense
de operaciones ocultas y grupos antigubernmentales dentro de Irán obligarán a la
República Islámica de Irán a capitular a las demandas de los EE.UU. o provocarán
un colapse del gobierno iraní sin estallar en guerra, o si sucederá algo
diferente, todavía no se ha determinado. El ímpetu, sin embargo, va hacia una
confrontación.
Otra gran ilusión es que, de algún modo u otro, las elecciones del año 2008
brindarán algo de alivio. No es cierto. Si no se repudia este programa, si no se
da marcha atrás a estos crímenes, se los codificarán, se los legitimarán, y se
los harán permanentes no importa quién llegue a ser el próximo presidente.
Los demócratas acaban de autorizarle a Bush atacar a Irán sin previa
consulta. Hillary Clinton, Barack Obama, y John Edwards – todos se han negado a
descartar el uso de armas nucleares contra Irán. Es más, ¡la semana pasada se
negaron a prometer que las tropas estadounidenses se retirarían de Irak para el
año 2013!
Daniel Ellsberg dijo hace poco en un discurso:
"Éste es una pandilla fuera de lo común, incluso para los republicanos.
Pienso [sin embargo] que no es probable que los sucesores de este gobierno
anulen el asalto a la Constitución. Lo aprovecharán y lo explotarán.
"¿Decidirá Hillary Clinton, como presidente, cerrar la NSA después de los
últimos cinco años de espionaje ilegal? ¿Privará a la administración de la
capacidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses de un posible acto de
terrorismo, al volverse ciega y sorda ante todo lo que la NSA puede proveer?
Creo que no.
"A menos que haya un cambio en nuestro clima político, un cambio radical... a
menos que se consiga de alguna manera hacer retroceder a todo eso en el próximo
año o dos años antes de la investidura de una nueva administración... y no hay
ningún indicio de eso en este momento... a menos que ocurra eso, no preveo que
sucederá en la próxima administración, republicana o demócrata."
Así que (1) Bush no se ha acabado y (2) los demócratas y la elección del año
2008 no pondrán fin a este rumbo.
El pueblo debe parar a este gobierno, expulsarlo, y repudiar su programa.
Es fácil ver la fuerza del gobierno y qué atrasados estamos en crear una
resistencia del alcance, la escala y la determinación necesarias para parar todo
esto. Sin embargo, el alcance y la escala de los crímenes de este gobierno son
lo que están arrastrando a la gente a la vida política. Además, la contradicción
inmensa entre la implementación del programa y los sentimientos, los deseos, las
aspiraciones y los intereses de literalmente decenas y centenares de millones de
personas es extremadamente antagónica. Este es una contradicción social muy
volátil y tenemos que entrarle y transformarla. Y en este momento hay nuevos
brotes de resistencia y nuevos despertares que es imprescindible identificar y
alentar.
Las decenas de miles que colmaron las calles de Jena apenas hace dos
semanas... parecieron salir de la nada, en realidad vinieron de cada rincón del
país, desechándose el cinismo y la parálisis para atreverse a luchar por un
mundo diferente para la juventud. Estaban muy contentas al estar juntas ahí,
ante los ojos del mundo entero, y no quieren que eso termine.
Apenas hace un año y medio vimos a millares de inmigrantes que atascaban las
calles de todas las ciudades y docenas de pueblos chicos de este país...
cansados de trabajar como esclavos en las sombras, aterrorizados por las redadas
al estilo Gestapo de la Migra que no han sino intensificado.
En las recientes manifestaciones antibélicas, mucha gente, especialmente los
estudiantes, está entrándole por primera vez. Después de protestar contra Bush
en la ONU el otro día, un estudiante de primer año de la universidad NYU
escribió: "Para una primera experiencia con las protestas, fue magnífica y
cambió mi perspectiva apática, algo que previamente creí imposible". El
sentimiento antibélico que existe en la sociedad sólo se ha profundizado y
difundido – incluso en el ejército estadounidense – y tiene el potencial de
estallar políticamente.
En los conciertos a los que fue el WCW durante el verano con nuestra campaña
“Vístete del color naranja", fue claro que se avecina una nueva radicalización
en este país. Hay una sección de la nueva generación que está mirando al mundo
exterior y no ve nada de que quiere ser parte. Una parte de esta generación, que
cuestiona todo, siente la necesidad de ser tan radical como la época y gravita
hacia la necesidad de luchar y hasta de hacer grandes sacrificios.
Es una realidad que da que pensar que nuestro movimiento no tiene todavía el
tamaño, la organización, ni la influencia que necesita tan urgentemente. Sin
embargo, en esta situación, podemos apoyarnos en lo que hemos logrado durante
dos años, empezar de nuevo, y hacer que este movimiento se extienda como un
reguero de pólvora.
Un pequeño grupo de gente altamente motivada que sale audazmente con la
verdad en una situación tan cargada políticamente que se intensifica
constantemente, puede cambiar todo. Si atacamos audaz e implacablemente tanto el
programa del gobierno como la pasividad y complicidad de los que permanecen al
margen de la lucha, y si les damos a otros un vehículo para actuar de acuerdo a
sus sentimientos, podemos galvanizar a decenas de miles y después a millones de
personas, y cambiar la historia.
Uno de los vehículos más importantes para esto – y uno que en mi opinión nos
ha hemos apreciado ni promovido suficientemente – es el "levantamiento de color
naranja".
En el fondo el concepto es muy sencillo – si todos mostramos qué es lo que
pensamos, las cosas empezarán a cambiar. Si no mostramos qué pensamos, nuestra
opinión no cuenta para nada. Y si no actuamos decisivamente cuando cuenta, no
importa.
El color naranja – el color de las víctimas de la tortura y los detenidos en
Guantánamo – tiene que convertirse en la señal de una nueva rebeldía. El color
naranja tiene que hacerse lo que en los años 60 el "afro" fue para la gente
negra o el pelo largo para los hippis– una señal de que no queremos ninguna
parte de esta confabulación homicida, que además queremos un futuro enteramente
diferente y mucho mejor.
Esto tiene posibilidades de extenderse rápidamente. Imaginen cómo cambiarían
las conversaciones si los/las jóvenes pintan el color naranja en las paredes y
lucen ese color en la escuela, si banderas naranjas ondean fuera de las tiendas
y cuelgan de las terrazas, si se les ven a las celebridades con cintas
anaranjadas, y el color naranja comienza a aparecer en oficinas de seguros y
bufetes de abogados, provocando debates y llegando a ser un imán para los que se
han tragado por demasiado tiempo la moral, los principios y la lengua. Imaginen
si todos que odian lo que está sucediendo podrían encontrarse el uno al otro y
ser vistos por el mundo como una fuerza política – ¡cómo eso cambiaría el
sentimiento de que lo mejor lo que se puede hacer es esperar para un salvador
demócrata, o bajar la cabeza y conformarse!
Este mar del color naranja debe unirse a los crecientes estallidos cada vez
más militantes de una resistencia política verdadera, y reforzarlos; pueden ser
acciones de individuos o de grupos, pero que avanzan al mismo ritmo que la
proliferación de horrores y en una escala proporcionada a su magnitud. Un poco
de esto ya está empezando, pero no es suficiente. Tenemos que dejar de esperar
para que surgiera una resistencia y correr para ponernos a su cabeza. Si
queremos ver un movimiento de resistencia, nosotros en esta sala tenemos que
comenzar a serlo. La resistencia tiene que brotar como champiñones después de
una lluvia, con una multitud de formas diferentes y en lugares inesperados, y
vestirnos de naranja puede ayudar a alentar y extenderlo.
Puntos nodales cruciales y conexiones clave
Se avecinan unas batallas políticas críticas que, si las aprovechamos y las
unimos a la creciente oleada social del color naranja, pueden ser aperturas para
empezar a dar marcha atrás a la dirección política actual de la sociedad.
1. Tenemos que asumir la responsabilidad de movilizar a la gente a irse a las
calles para concientizar a los demás sobre la amenaza de un ataque a Irán y la
necesidad de actuar para evitarlo. El viernes 12 de este mes [octubre]
celebraremos un Viernes Anaranjado acerca de Irán – contactemos a todos en
nuestras listas electrónicas y telefónicas, pero también durante toda la semana
busquemos sistemáticamente a estudiantes en todo el país para que salgan el
viernes con MUCHO COLOR NARANJA y la muy impactante "Prueba sobre Irán". Estos
pueden ayudar muchísimo a cambiar el hecho de que la mayoría de la gente todavía
no se da cuenta de ese peligro y, además, proveen un vehículo para actuar a
muchos que anhelan una manera de hacerlo.
2. Desde el 22 al 26 de octubre, David Horowitz y sus hampones estudiantiles
de ala derecha celebrarán lo que llaman una "Semana de conciencia sobre el
islamo-fascismo". Haciéndose pasar por antifascistas, están preparando un asalto
fascista contra las universidades. Haciéndose pasar por defensores de la mujer
en el islam, están planeando plantones frente a los centros de estudios de la
mujer y ataques concentrados a los grupos estudiantiles musulmanes. Este ataque
sigue la campaña de quitarle la cátedra vitalicia a Ward Churchill y negarle la
cátedra vitalicia a Norman Finkelstein, la cancelación de una invitación al
premio Nóbel de Paz Desmond Tutu de la Universidad de Saint Thomas, y una
represión general de las críticas a los EEUU o Israel en las universidades. Las
universidades son lugares donde hay todavía más pensamiento crítico que en el
resto de la sociedad, y los estudiantes están siempre en la vanguardia de los
movimientos políticos exitosos – por esa razón, esas instituciones son blancos
de ataque ahora, porque silenciarlas es un paso clave en la imposición del
fascismo en toda la sociedad.
Un grafiti que apareció recientemente en la Universidad de Columbia y dice:
“Atención, cabrones comunistas rojillos y cabezas de toalla árabes: América se
despertará un día y destruirá con armas nucleares Meca, Medina, Teherán, Bagdad,
Yakarta, y todos los salvajes de África. ¡Estarán jodidos! ¡América es para los
europeos blancos!" ilustra adónde va todo eso.
Un punto muy importante es que no se puede derrotar el fascismo si se lo pasa
por alto. Debemos oponer esta semana con una "Semana de conciencia sobre los
fascistas estadounidenses" en que hacemos una campaña de verdad y
desenmascaramiento para señalar a estos fascistas por lo que son, y hacer que
cada estudiante tenga que escoger bando y que se le capacita para ver cada bando
por lo que realmente es, y así, no sólo rechazaremos políticamente este ataque a
las universidades pero daremos vida a una nueva generación con el cometido de
sacar del poder al gobierno de Bush y dar marcha atrás a todo el programa
fascista para un imperio global del cual este asalto de Horowitz es parte.
3. Hay importantes protestas antibélicas el 27 de octubre que debemos
construir y saturar completamente con el color naranja.
4. Debemos discutir aquí también ideas para otra manifestación impactante de
color naranja el 6 de noviembre – el día de las elecciones – como Garret Keizer
propone en la revista Harper's de este mes.
En todo esto, necesitamos distribuir y hacer públicas cantidades masivas de
la Convocatoria.
Piensen en los destrozados por las guerras, la tortura, los ataques contra
los derechos de la mujer, todo lo que simboliza Katrina, las palizas a los gays,
la represión y demonización de los inmigrantes, las barbaridades cometidas
contra los derechos legales, el ataque contra el pensamiento crítico… La mayor
parte de esa gente ni siquiera sabe que estamos reunidos este fin de semana. Sin
embargo, dependen de nosotros.
Lo que hacemos aquí este fin de semana, la voluntad colectiva que forjamos y
los planes que hacemos, encarnan sus esperanzas, sus sueños y hasta sus
vidas.
Tenemos que despojarnos de cualquier vestigio de negación sobre lo que
confrontamos y nuestra responsabilidad. Tenemos que lanzarnos de cuerpo, mente,
y espíritu enteros en asumir el reto y retar audazmente a otros. Tenemos que
dirigir a millones y, con el ejemplo y con argumentos políticos convincentes y
veraces, tomar la historia en nuestras manos.
En conclusión, quiero compartir un pasaje de un llamado a la conciencia y la
acción impactante, conmovedor y poético de Garrett Keizer, publicado en la
revista Harper's de este mes.
Keizer escribe:
"Cuánto mejor si pudiéramos decir a nuestra próxima administración: No nos
hablen de Bush. Ya nos las vimos con Bush. Ya nos las vimos con él y así
demostramos nuestra capacidad de vérselas con ustedes. Tienen un mandato más
riguroso que simplemente salir bien [en comparación con Bush]. Necesitan un
programa más ambicioso que 'unir el país'. Estamos unidos—por los menos así
estábamos, aún si fuera sólo durante un rato, sólo en nuestra indignación…."
Agrega:
"Durante los últimos seis años y medio, las personas a quienes más quiero
--familiares, amigos/as, ex estudiantes y parroquianos míos—me han dicho: 'Me da
asco lo que sucede a nuestro país, pero no sé qué hacer.' Así que pueden
perdonarme si, con menos temor al disturbio civil que a la desesperación civil,
dijera, 'Bien, podríamos hacer esto...’ Si cualquiera de ustedes tenga una mejor
idea, estoy deseoso de oírlo. Pero no me hablen de lo que algún aspirante
presidencial debería hacer algún día. Háblenme de lo que la gente que casi ha
perdido su esperanza puede hacer ahora mismo".
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