Castigo Colectivo De Israel A Gaza
De Marjorie Cohn
6 de enero de 2009
Desde que Israel comenzara su guerra en Gaza hace 11 días, más de 560
palestinos -un cuarto de ellos, civiles- han muerto como consecuencia de este
ataque. Unos dos mil habitantes de Gaza, entre ellos cientos de niños, han
resultado heridos. La "operación plomo fundido" de Israel marca una escalada a
los dos años de bloqueo a la Franja de Gaza que ha privado a un millón y medio
de palestinos de comida, medicina, combustible y otras necesidades básicas.
Israel está utilizando gas de fósforo blanco, un arma química ilegal que
quema hasta los huesos. El Dr. Mads Gilber, miembro del equipo médico de
urgencias noruego, que está trabajando en Gaza, ha documentado el uso por parte
de Israel de Explosivos de Metal Inerte Denso (DIME, siglas en inglés), que
destroza a las víctimas y puede provocar cáncer en los supervivientes. Gilbert,
que ha trabajado en varias zonas en conflicto, dijo que la situación en Gaza es
la peor que ha visto nunca. Dos escuelas de las Naciones Unidas han recibido
impactos de bombas, matando al menos a 30 personas. The New York Times informó
el lunes de que los hospitales de Gaza están llenos de victimas, no de
milicianos de Hamas.
El ataque a civiles viola la Cuarta Convención de Ginebra. Los cohetes
disparados desde Gaza hacia Israel no pueden distinguir entre objetivos civiles
y militares, por tanto, son ilegales. Pero los ataques por aire y por tierra de
Israel en Gaza violan la Convención de Ginebra de cuatro maneras distintas:
Primero, constituyen un castigo colectivo a la población de Gaza por los actos
de unos pocos militantes. Segundo, ataca a civiles, como pone en evidencia el
enorme número de victimas civiles. Tercero, es una respuesta desproporcionada a
los lanzamientos de cohetes a Israel. Cuarto, una fuerza ocupante tiene la
obligación de asegurar alimentos y suministros médicos a la población ocupada;
el bloqueo de Israel ha creado una crisis humanitaria en Gaza.
Los ataques aéreos y por tierra a la población de Gaza no tienen mucho que
ver con los cohetes lanzados desde ese territorio, que no mataron a ningún
israelí durante el año previo a la actual operación militar. Los líderes de
Israel están bombardeando y atacando Gaza para conseguir una ventaja en las
próximas elecciones israelíes de febrero.
La Ministra de Asuntos Exteriores, Tsipi Livni, se encuentra en una carrera
electoral muy reñida con Benyamin Netanyahu, quien ha criticado a Livni por ser
"blanda" en su tratamiento a los palestinos. El gobierno israelí busca causar el
mayor daño posible en Gaza mientras Bush todavía permanece en el gobierno The
New York Times citó a varios expertos en Oriente Medio quienes "creían que
Israel planeó su ataque contra Hamas, iniciado el 26 de diciembre, 25 días antes
de que Bush deje la presidencia, esperando el apoyo de Washington." Obama, a
pesar de su claro apoyo a las políticas de Israel durante su campaña y su
ensordecedor silencio sobre los hechos recientes, es un enigma.
Israel sería incapaz de llevar a cabo sus políticas agresivas en Gaza sin el
apoyo de EE.UU, que entregan anualmente a Israel 3 mil millones de dólares del
contribuyente. Los aviones F-16 y los helicópteros Apache con los que Israel
está atacando Gaza se compraron con dinero estadounidense.
La guerra en Gaza también viola las leyes estadounidenses. La Ley de Derechos
Humanos y Ayuda de Seguridad ordena que Estado Unidos corte toda ayuda militar a
Israel, quien sigue un patrón constante de graves violaciones a los derechos
humanos reconocidas internacionalmente. La Ley de Control de las Exportaciones
de Armas prohíbe que las armas estadounidenses se utilicen para cualquier otro
propósito que no sea para la defensa propia de un país y que éstas se utilicen
dentro de las mismas fronteras del país. Atacar escuelas, comisarías de policía
y emisoras de televisión no es defensa propia.
Aunque el Tribunal Supremo de Israel ordenó a su gobierno que permitiese la
entrada en Gaza de los medios internacionales para informar de lo que ocurría
allá, Israel se ha negado. Pero, según The New York Times, Israel ha permitido
"un acceso total a comentaristas políticos y militares israelíes." Ethan
Bronner, director de la agencia del Times en Jerusalén, ha afirmado "Israel
nunca antes restringió la entrada a los medios de, debería estar
avergonzado....está traicionando los principios bajo los que dice vivir."
A pesar de la cobertura pro-israelí de los medios en Estados Unidos, Newsweek
decía, "¿Tiene algún sentido para EE.UU. apoyar las políticas de castigo
[israelíes] a Hamas haciendo la vida imposible al millón y medio de habitantes
de Gaza negándoles ayuda y desarrollo económico? La respuesta es no"." Un
editorial de Los Ángeles Times hizo un llamamiento para "el final de un bloqueo
que supone el castigo colectivo de los palestinos gobernados por Hamas." Y The
New York Times decía en otro editorial "cuanto más dure la incursión
israelí...más crecer? la popularidad de Hamas entre sus partidarios."
Cientos de miles de personas por todo el mundo se están manifestando contra
la agresión israelí a Gaza. Diez mil se manifestaron en Israel y muchísimas más
han salido a las calles en Europa, Oriente Medio y por todos los Estados
Unidos.
Una encuesta reciente del Rasmussen Reports mostró que entre los
estadounidenses generalmente "existe un escaso margen de división sobre si el
estado judío debería llevar a cabo acciones militares contra los militantes en
la Franja de Gaza." Pero los votantes del partido demócrata, de manera
abrumadora, se oponen a la ofensiva israelí con un margen de 24 puntos (31-55%).
Por otra parte, los republicanos también de manera abrumadora, la apoyan
(62-25%). Sin embargo, los líderes del partido Demócrata han seguido a Bush en
su apoyo incondicional a Israel.
Estados Unidos ha bloqueado la resolución de alto el fuego en el Consejo de
Seguridad. A falta de acción por parte del consejo, la Asamblea General tiene el
poder de actuar bajo la Resolución 377 Unión pro Paz. El presidente de la
Asamblea, Miguel D’Escoto, quien ha criticado las acciones de Israel en Gaza,
dijo que "ha llegado la hora de actuar firmemente si las Naciones Unidas no
quieren ser acusadas con razón de complicidad por omisión." El Comité para los
Derechos Humanos debería enviar una misión de alto nivel de investigación a
Gaza.
Es hora de detener la violencia y el derramamiento de sangre.
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Marjorie Cohn es Catedrática en la Thomas Jefferson School of Law y es
presidente de la Nacional Lawyers Guild. Es autora de "Cowboy Republic: Six Ways
the Bush Gang Has Defied the Law." Sus artículos están archivados en
www.marjoriecohn.com
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