Vota primero, pregunta después
Promesas electorales, tortura, terrorismo y estereotipos
William Blum
Znet
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Bueno, dejemos de lado lo obvio. Fue histórico. Me atoré varias veces, me
salieron las lágrimas, a pesar de que no voté por él. Voté por Ralph Nader, por
cuarta vez consecutiva.
Durante los últimos ocho años, al escuchar a diario programas de noticias en
la radio, siempre me aseguré de quedarme a un par de metros de la radio para
poder cambiar rápidamente la emisora cuando comenzaba a hablar ese tipo
descabellado o uno de sus discípulos. No soy masoquista, aguanto mal a los
estúpidos, y me aburro rápidamente. Siento decirlo, ya apago a veces la radio
cuando comienza a hablar Obama. No dice nada, o no lo suficiente, o no
suficientemente a menudo. Perogrulladas, clichés, promesas sin sustancia,
“esperanza y cambio”, casi todo sin suficiente sustancia, “cambio y esperanza,”
sin nada específico, destinadas a no ofender. ¿Cuáles son exactamente los
principios del individuo? Nunca cuestiona las premisas del imperio. Nunca
cuestiona las premisas de la “Guerra contra el Terror.” Estoy contento de que
haya ganado por sólo dos motivos: John McCain y Sarah Palin, y resiento
profundamente que el sistema estadounidense me obligue a extraer una gota de
placer de algo tan alejado de mis ideales. Los votos de Obama vinieron por lo
menos tanto de gente desesperada por conseguir alivio de la sofocación
neoconservadora como de gente que genuinamente creía en él. Es una forma de
extorsión – Vota por Obama o te quedarás con más de lo mismo. No te ofrecen otra
alternativa.
¿Hay algún motivo para estar feliz porque el inaguantablemente religioso
George W. pasará pronto a ser historia? “Creo que Cristo murió por mis pecados y
que él me redime. Es una fuente diaria de fuerza y apoyo.” Lo dijo alguien
llamado Barack Obama. [1] EE.UU. produce fanáticos religiosos como los japoneses
producen coches. Oremos para que eso se acabe.
Como mencioné antes, si eres uno de los que quisieran creer que Obama tuvo
que presentar puntos de vista de política exterior de centroderecha para ser
elegido, pero que una vez que esté en la Casa Blanca podremos olvidar que nos
engañó una y otra vez y que emergerá como un verdadero hombre progresista de paz
y derecho internacional y derechos humanos – recuerda que como candidato al
Senado de EE.UU. en 2004 amenazó con ataques de misiles contra Irán [2], y que
ganar la elección no lo llevó a ponerse de acuerdo con su pacifista interior.
Desde entonces ha estado amenazando a Irán.
El mundo está en un estado terrible. No pienso que tenga que entrar en
detalles al respecto. Qué bonito, qué maravillosamente bonito sería tener un
presidente estadounidense imbuido de valores progresistas y coraje político.
Imaginad lo que se podría hacer. Como ser una salida rápida y total de Iraq.
Podéis imaginar el cuadro igual que yo. Con su popularidad, Obama podría hacer
casi cualquier cosa, pero probablemente seguirá yendo a lo seguro. O lo que
podría ser más preciso, seguirá siendo lo que es; que, al parecer, es un
centrista comprometido. No está realmente contra la guerra. No como tú y yo.
Durante los primeros cuatro años de Obama en la Casa Blanca, EE.UU. no se irá de
Iraq. Dudo que permita una retirada completa, incluso en un segundo período. ¿Ha
calificado inequívocamente la guerra de ilegal e inmoral? ¿Un crimen contra la
humanidad? ¿Por qué está tan cerca de Colin Powell? ¿No conoce el papel indigno
de Powell en la guerra? ¿Y mantener al Secretario de Defensa de George W. Bush,
Robert Gates, un hombre contra quien no sería difícil presentar acusaciones de
crímenes de guerra? ¿Encontrará también un sitio para Rumsfeld? ¿Y la
gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, partidaria de la guerra, para que
dirija el departamento de Seguridad Interior? ¿Y el general James Jones, ex
comandante de la OTAN (sic), que quiere “vencer” en Iraq y Afganistán, y que
apoyó a John McCain, como Consejero Nacional de Seguridad? Jones está en el
Consejo de Directores de Boeing Corporation y de Chevron Oil. ¿De qué rincón
oscuro del alma de Obama proviene todo esto?
Tampoco está realmente contra la tortura. No como tú y yo. Nadie será
castigado por utilizar u ordenar la tortura. Nadie será recusado por la tortura.
Michael Ratner, presidente del Centro por Derechos Constitucionales, dice que
procesar a funcionarios de Bush es necesario para establecer una política futura
contra la tortura. “La única manera de impedir que esto vuelva a suceder es
asegurarse de que los que fueron responsables por el programa de tortura paguen
el precio debido. No veo cómo podemos recuperar nuestra estatura moral si
permitimos que los que estuvieron íntimamente involucrados en los programas de
tortura simplemente bajen de la escena y vivan sin ser responsabilizados.”
[3]
Como presidente, Obama no puede permanecer en silencio y no hacer nada; de
otra manera heredará los crímenes de guerra de Bush y Cheney y se convertirá él
mismo en criminal de guerra. El cierre del infierno de Guantánamo no significa
nada si los prisioneros son simplemente transferidos a otras mazmorras de
tortura. Si Obama se opone verdaderamente a la tortura, ¿por qué no declara que
después de cerrar Guantánamo los reclusos serán juzgados por tribunales civiles
en EE.UU. o enviados a países donde evidentemente no enfrenten el riesgo de ser
torturados? Y afirma simplemente que su gobierno acatará fielmente la Convención
contra la tortura y otro tratamiento cruel, inhumano o degradante de 1984, de la
cual EE.UU. es signatario, y que declara: “El término ‘tortura’ significa todo
acto mediante el cual se inflige intencionalmente dolor severo o sufrimiento,
físico o mental, a una persona con propósitos como obtener información o una
confesión… infligido por o por instigación de, o con el consentimiento o
aquiescencia de un responsable público o cualquier otra persona que actúe en una
capacidad oficial.”
La convención afirma que: “Ninguna circunstancia excepcional, en absoluto,
sea un estado de guerra o una amenaza de guerra, estabilidad política interior o
cualquier otra emergencia pública, podrá ser invocada como justificación de la
tortura.”
Pero, en su lugar, Obama ha nombrado al ex funcionario de la CIA, John O.
Brennan, como asesor en asuntos de inteligencia y co-jefe de su equipo de
inteligencia de transición. Brennan también ha calificado las “entregas
extraordinarias” – el programa de secuestros y torturas realizado bajo los
gobiernos de Clinton y Bush – de “instrumento vital,” y elogiado las técnicas de
interrogatorio de la CIA porque suministran inteligencia “que salva vidas”.
[4]
Obama podría ser una desilusión tan grande como Nelson Mandela, quien hizo
tristemente poco por mejorar la suerte de las masas de Sudáfrica, mientras
entregaba el país a las fuerzas internacionales de la globalización. Hago esta
comparación no porque los dos hombres sean negros, sino porque ambos produjeron
tan inmensas expectativas en sus países y en todo el mundo. Mandela fue liberado
de la prisión porque los dirigentes del Apartheid supusieron que llegaría a ser
presidente y apaciguaría a la inquieta población negra mientras gobernaba como
un centrista no-radical, de libre mercado, sin amenazas indebidas para el
privilegio blanco. Es tal vez significativo que en su autobiografía renuncie a
culpar a la CIA por su captura en 1962, a pesar de que la evidencia que lo
demuestra es convincente. [5] Parece que Barack Obama causó una impresión
semejante a la elite del poder estadounidense que lo analizó en numerosas
reuniones de recaudación de fondos y otras y allanó el camino para su ascenso
tan improbable de oscuro senador estatal a la presidencia en cuatro años. El
apoyo financiero del mundo corporativo para vender la “Marca Obama” fue
extraordinario.
Otra comparación podría ser con Tony Blair. Los conservadores jamás podrían
haber introducidos tasas universitarias o guerras brutales interminables, pero
el Nuevo Laborismo lo hizo. A los republicanos les hubiera sido difícil volver a
introducir el servicio militar obligatorio, pero puedo imaginar a Obama
restableciéndolo, acompañado por un eslogan adecuado, alguna variación de “¡Sí,
podemos!”
Espero que me equivoque, sobre su pasado y sobre cómo gobernará como
presidente. Espero que esté muy equivocado.
Mucha gente llama a los progresistas a presionar intensamente al gobierno de
Obama, a ejercer presión para sacar a la luz el “buen Obama”, obligarlo a
comprometerse, responsabilizarlo. Las atrevidas reformas del Nuevo Trato de
Roosevelt fueron incitadas por huelgas generalizadas y otras acciones militantes
poco después del fin de la luna de miel. Por el momento, no se me ocurre nada
mejor. Dios nos ayude.
El futuro como solíamos conocerlo ha dejado de existir. Y otros pensamientos
joviales.
El horror terrorista en Bombay
La lectura de los informes sobre el horror terrorista en Bombay me dejó tan
pesimista como un dinosaurio imaginando el futuro de sus nietos. ¿Cómo pudieron
hacer eso?... destruir todas esas vidas, gente que ni siquiera conocían, gente
que lo pasaban bien de vacaciones… ¿cuál puede haber sido su motivación? Bueno,
en cierto modo conocían a algunas de sus víctimas; sabían que eran indios, o
estadounidenses, o británicos, o sionistas, o algún otro tipo de infiel; así que
no fue completamente irreflexivo, no totalmente al azar. ¿Ayuda a comprender?
¿Puede alivianar el dolor por las penas del mundo? Incluso puedes utilizarlo. La
próxima vez que encuentres a un defensor de la política exterior estadounidense,
alguien que insista en que algo como Bombay justifica los ataques retóricos y
militares contra el Islam, puedes señalar que EE.UU. hace regularmente lo mismo.
Durante siete años en Afganistán, casi seis en Iraq, para mencionar sólo los dos
ejemplos más obvios… rompen puertas y ametrallan a extraños, infieles,
traumatizan a niños de por vida, disparan misiles a casas ocupadas, hacen
estallar bombas por doquier, se detienen para torturar… lanzan cada unos pocos
días bombas en Pakistán o Afganistán, y todavía Iraq, afirmando que han matado a
miembros de al-Qaeda, tan malos como los sionistas, bombardean fiestas de
matrimonio, una después de la otra, hermanos o sus sobrinos o sus amigos, sobre
todo mujeres y niños muertos; los militares de EE.UU. pagan a gente para que les
digan dónde va a estar tal o cual mal sujeto número uno; y los militares de
EE.UU. creen lo que les cuentan, así que ¡Ahí van las bombas!... ¿Te deprime
tanto eso como Bombay? A veces prefieren bombardear Siria, o matar gente en Irán
o Somalia, todos sujetos malos… “Tropas de EE.UU. transportadas por helicóptero
han realizado una incursión dentro de Siria a lo largo de la frontera iraquí,
matando a ocho personas incluyendo a una mujer, dicen las autoridades sirias,”
informa la BBC. [6]… “Los militares de EE.UU. han utilizado desde 2004, una
amplia, secreta, autoridad para realizar cerca de una docena de ataques no
revelados anteriormente contra al-Qaeda y otros militantes en Siria, Pakistán y
otros sitios, según altos responsables estadounidenses… La orden secreta dio a
los militares nueva autoridad para atacar la red terrorista de al-Qaeda en
cualquier sitio del mundo, y un mandato más global para realizar operaciones en
países que no están en guerra con EE.UU.,” nos dice el New York Times. [7] Así
que todo es lindo y legal, no es un ataque contra la civilización por un puñado
de enfermos mentales escapados. Tal vez los terroristas de Bombay también tengan
un pedazo de papel, de alguna autoridad, que diga que está bien lo que hicieron…
Ya me siento mejor.
La mitología de la guerra contra el terrorismo
El 8 de noviembre, tres hombres fueron ejecutados por el gobierno de
Indonesia por ataques terroristas contra dos clubes nocturnos en Bali en 2002
que costaron la vida a 202 personas, más de la mitad de ellas eran australianos,
británicos y estadounidenses. Associated Press informó que “los tres hombres
nunca expresaron remordimiento, y dijeron que los atentados suicidas debían
castigar a EE.UU. y a sus aliados occidentales por supuestas atrocidades en
Afganistán y otros sitios.”
Durante la reciente campaña electoral en EE.UU., John McCain y sus seguidores
repitieron un sentimiento que se ha convertido en un lugar común – que la Guerra
contra el Terrorismo ha sido un éxito porque no ha habido un ataque terrorista
contra EE.UU. desde el 11 de septiembre de 2001; como si el que terroristas
maten a estadounidenses fuera aceptable si es hecho en el extranjero. Desde el
primer ataque estadounidense contra Afganistán en octubre de 2001, ha habido
literalmente montones de ataques terroristas contra instituciones
estadounidenses en Oriente Próximo, el sur de Asia y el Pacífico, más de una
docena sólo en Pakistán: militares, civiles, cristianos, y otros objetivos
asociados con EE.UU. El año después de los atentados de Bali ocurrió el gran
atentado contra al Hotel Marriott en Jakarta, Indonesia, sede de recepciones
diplomáticas y celebraciones del 4 de julio realizadas por la embajada
estadounidense. El Hotel Marriott en Pakistán fue escena de un gran atentado
terrorista hace sólo dos meses. Todos estos ataques han sido adicionales a los
miles en Iraq y Afganistán contra la ocupación de EE.UU., que Washington
identifica oficialmente como parte integral de la Guerra contra el Terrorismo.
Sin embargo, los amantes estadounidenses de la fuerza militar insisten en que la
Guerra contra el Terrorismo, ha mantenido seguro a EE.UU.
Incluso es cuestionable la afirmación de que la Guerra contra el Terrorismo
haya mantenido seguros a los estadounidenses en su país. No hubo ataques
terroristas en EE.UU. durante los 6 años y medio antes del de septiembre de
2001; tampoco desde el atentado de abril de 1995 contra el edificio federal en
Oklahoma City. Por lo tanto parecería ser que la ausencia de ataques terroristas
en EE.UU. es la norma.
E incluso un mito más insidioso de la Guerra contra el Terrorismo, ha sido la
noción de que actos terroristas contra EE.UU., pueden ser explicados, en gran
parte, si no enteramente, por un odio irracional o envidia de los valores
sociales, económicos o religiosos de EE.UU., y no por lo que este país hace al
mundo; es decir: la política exterior de EE.UU. Muchos estadounidenses son
bastante recalcitrantes a abandonar esa idea. Sin ella, se derrumba todo el
paradigma - de que somos buenos muchachos inocentes y que son ellos los
hijueputas locos, fanáticos, sedientes de sangre con los que no se puede hablar
sino sólo bombardearlos, torturarlos y matarlos. Declaraciones como la
mencionada de los atacantes de Bali, culpando las políticas de EE.UU. por sus
acciones, son numerosas y provienen rutinariamente de Osama bin Laden y de sus
seguidores. [9]
El terrorismo es un acto de propaganda política, una forma sangrienta de
hacer que el mundo escuche la propia indignación contra el opresor percibido,
pintadas en la pared en alguna callejuela sombría, desolada. La consecuencia es
que si los perpetradores de un acto terrorista declaran cuál fue su motivación,
su declaración debería transmitir credibilidad, no importa qué se piense sobre
su causa o el método utilizado para lograrla.
Renunciad a ese estereotipo y nadie sufre daño alguno
Sarah Palin y sus partidarios estadounidenses resienten lo que ven como la
elite de la Costa Este, los intelectuales, los snobs culturales, los
políticamente correctos, los pacifistas y los “peaceniks”, los agnósticos y
ateos, los ecologistas, los fanáticos protectores de los animales, la policía
alimentaria, la Gestapo de la salud, los socialistas, y otros tipos
izquierdistas y liberales semejantes que se consideran superiores a Joe el
cervecero, a Joe el fontanero, a devotos de la Asociación Nacional del Rifle, a
trabajadores rurales sin educación, y a todos los partidarios de Bush que han
saboreado la idea de tener un presidente que no es más inteligente que ellos. Es
la propagación salvaje de estereotipos. De modo que en el interés de introducir
un cierto equilibrio y perspectiva histórica en el tema, quisiera recordaros
algunas falacias olvidadas, o jamás conocidas, que confunden los
estereotipos.
José Stalin estudió para ser sacerdote.
Adolfo Hitler esperó llegar un día a ser cura o monje católico; era
vegetariano y no-fumador.
Hermann Goering, mientras su Luftwaffe [Fuerza Aérea] hacía llover la muerte
sobre Europa, mantuvo un letrero en su oficina que decía: “El que tortura
animales hiere los sentimientos del pueblo alemán.”
Adolf Eichmann era culto, leía mucho, tocaba el violín.
Benito Mussolini también tocaba el violín.
Algunos comandantes de campos de concentración nazis escuchaban a Mozart para
acallar los gritos de los reclusos.
Charles Manson fue un inquebrantable anti-viviseccionista.
Radovan Karadzic, el líder serbio bosnio, acusado de crímenes de guerra,
genocidio, y crímenes contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional
para la Antigua Yugoslavia, había sido psiquiatra especializado en depresión;
autor de un libro de poesía publicado así como de libros para niños, a menudo
con temas de la naturaleza; y practicante de medicina alternativa.
No estoy realmente seguro de qué uso podéis dar a esta información para
progresar hacia nuestro apreciado objetivo nacional de convertirnos en una
sociedad civilizada, pero siento la necesidad de difundirla. Si conocéis otros
ejemplos del mismo tipo, os agradecería me los enviarais.
Los ejemplos mencionados son todos de “tipos malos” haciendo cosas “buenas.”
Hay, claro está muchos otros casos de “tipos buenos” haciendo cosas “malas.”
Notas
[1] Washington Post, 17 de agosto de 2008
[2] Chicago Tribune, 25 de septiembre de 2004
[3] Associated Press, 17 de noviembre de 2008
[4] New York Times, 3 de octubre de 2008
[5] Nelson Mandela, Long Walk to Freedom (1994) p.278; William Blum, Rogue
State, chapter 23, "How the CIA sent Nelson Mandela to prison for 28 years"
[6] BBC, 26 de octubre de 2008
[7] New York Times, 9 de noviembre de 2008
[8] Associated Press, 9 de noviembre de 2008
[9] Vea mi artículo en: http://www.killinghope.org/superogue/terintro.htm
William Blum es autor de:
Killing Hope: US Military and CIA Interventions Since World War 2
Rogue State: A Guide to the World's Only Superpower
West-Bloc Dissident: A Cold War Memoir
Freeing the World to Death: Essays on the American Empire
Partes de estos libros [en inglés] pueden ser leídas, y copias firmadas
compradas, en:
www.killinghope.org
http://www.zmag.org/zspace/commentaries/3700
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