Armas de destrucción matemática
Por: Paul Krugman El Siglo de Durango - 19 de
abril de 2006
Ahora puede decirse: el presidente Bush y el vicepresidente Dick Cheney
basaron su campaña de reelección en mentiras, execrables mentiras y
estadísticas.
Las mentiras incluyeron la afirmación de Cheney -más de tres meses después
de que los análisis de inteligencia determinaron que los famosos camiones
irakíes no eran laboratorios de armas biológicas- de que se habían encontrado
dos "fábricas móviles que pueden ser utilizadas para producir ántrax o viruela".
Las execrables mentiras incluyeron la declaración de Bush, en su discurso
de "Misión cumplida", en el sentido de que "hemos destituido a un aliado de Al
Qaeda".
Las estadísticas incluyeron la afirmación de Bush, durante sus debates con
John Kerry, de que "la mayor parte de los recortes fiscales beneficiaron a los
estadounidenses de ingresos bajos y medios".
Comparadas con los engaños que nos condujeron a la guerra, las mentiras
sobre los impuestos pueden parecer un asunto menor. Pero es parte de lo mismo.
De hecho, la primera sensación que tuve de que estábamos siendo engañados sobre
el tema de la guerra, provino, en su mayor parte, de la semejanza entre cómo nos
"vendió" la administración la guerra en Irak -con sus evasiones, sus
insinuaciones y sus constantes cambios en la explicación- y cómo nos vendió Bush
los recortes fiscales.
Además, los ataques histéricos que la administración y sus defensores
lanzan en contra de cualquiera que trata de hacer cuentas sobre los recortes
fiscales sugiere que éste es un tema muy delicado. Por ejemplo, el senador
Charles Grassley de Iowa alguna vez comparó a la gente que dijo que 40 poor
ciento de los recortes fiscales de Bush estaban dirigidos al 1 por ciento de la
población más adinerada con, sí, Adolfo Hitler.
Y así como los funcionarios de la administración siguieron insistiendo en
que los camiones eran laboratorios de armas mucho después de que sus propios
analistas de inteligencia confirmaran lo contrario, los funcionarios siguen
afirmando que la mayor parte de los recortes fiscales estaban dirigidos a la
clase media, a pesar de que sus propios analistas saben la verdad.
¿Y cómo sé que los expertos fiscales de la administración lo saben? Si se
tiene conocimiento de cómo buscarlos, los hechos están ahí, ocultos en los
documentos propagandísticos de la administración.
El Departamento del Tesoro publicó un estudio sobre los recortes fiscales
(Tax Relief Kit) que trata de crear la impresión de que la mayoría de éstos
estaban dirigidos a las familias de ingresos medios y bajos. Algo notable es que
el documento no ofrece ninguna cifra real sobre cómo se distribuyeron estos
recortes entre los diferentes niveles de ingresos. No obstante, analistas del
Departamento del Tesoro han calculado esos números, y existe suficiente
información en el "kit" para comprender qué encontraron.
Esta es la conclusión: cerca de 32 por ciento de los recortes fiscales
beneficiaron al 1 por ciento de los estadounidenses más ricos, gente cuyo
ingreso este año será de por lo menos 341 mil 773 dólares. Alrededor de 53 por
ciento de los recortes beneficiaron al 10 por ciento más rico de la población.
Recuerde: estos son los propios números de la administración, números que se
niega a dar a conocer públicamente.
Estoy seguro de que esta columna provocará un contraataque feroz por parte
de la administración, un intento supremo de desacreditar mis cuentas. Pero si me
equivoco hay una manera fácil de probarlo: revelar los datos utilizados para
hacer el cuadro titulado Projected Share of Individual Income Taxes and Income
in 2006 (Participación Proyectada de Impuestos al Ingreso e Ingresos
Individuales 2006). Memorándum para los reporteros: si la administración no da a
conocer esos números, ello implica una confesión de culpa, una admisión
implícita de que la información contradice el estudio de la administración.
Y ¿qué hay de la gente que Grassley comparó con Hitler, esos que dijeron
que el 1 por ciento más rico de los estadounidenses recibiría 40por ciento de
los recortes fiscales? Aunque en el Tax Relief Kit se afirma que "casi todas las
medidas fiscales" están ya en vigor, esto no es cierto: una parte crucial de los
recortes fiscales de Bush -la eliminación del impuesto a las herencias- no ha
surtido efecto todavía. Como sólo las herencias superiores a los dos millones de
dólares, o cuatro millones para parejas casadas, tienen que pagar impuestos, el
grueso de las ganancias generadas por la revocación del impuesto irán al 1 por
ciento más rico. Esto incrementará también su participación de los beneficios
producidos por los recortes fiscales a -sí, lo adivinó- cerca de 40 por ciento.
Otra vez, lo importante no es sólo que la administración Bush ha
despilfarrado el superávit presupuestal que heredó del gobierno anterior en
recortes fiscales para los adinerados. Lo importante es el hecho de que, durante
todo su mandato, la administración ha estado mintiendo sobre la naturaleza de
esos recortes fiscales. Y todo el mundo sabe actualmente lo que sospeché desde
un principio: una administración que miente sobre los impuestos, también mentirá
sobre otros temas graves.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|