10 de abril de 2006
Inmigrantes marchan por todo EEUU en reclamo de su "sueño americano"
WASHINGTON (AFP) - Cientos de miles de inmigrantes se volcaron el lunes a las
calles de decenas de ciudades de Estados Unidos para reclamar la aprobación de
una reforma migratoria que conceda el "sueño americano" y ofrezca la
legalización y un camino a la ciudadanía para todos los indocumentados.
Los manifestantes son en su mayoría hispanos -la primera minoría del país,
con más de 40 millones de personas-, pero asiáticos, europeos y africanos
también se han unido a las protestas para mantener encendida la llama del debate
migratorio en el Congreso y conseguir la legalización de todos los extranjeros
sin papeles, estimados en unos 12 millones de personas.
"Contando las manifestaciones del domingo y de hoy a nivel nacional son más
de tres millones de personas en las protestas", estimó Nativo López, presidente
de la Mexican American Political Association (MAPA), una de las redes
organizadoras de las protestas en Los Angeles y en todo el país.
El domingo, medio millón de personas manifestaron en Dallas (Texas), decenas
de miles de San Diego (California) y miles más en Miami (Florida) y otras
ciudades.
En el centro de Los Angeles, donde se cerrará la jornada de protestas de
inmigrantes que ha recorrido 136 ciudades en todo el país, "más de 10.000
personas, de gente trabajadora", se daba cita en una concentración convocada a
la hora en que una gran mayoría termina sus trabajos, indicaron los
organizadores.
Este lunes, las protestas sumaban al menos 450.000 personas de costa a costa,
sin contar las protestas de Los Angeles que comenzaron más tarde -y donde medio
millón de personas se manifestó el 25 de marzo-, lo cual las convierte en las
mayores a nivel nacional en la historia de Estados Unidos.
Unas 125.000 personas, según los organizadores, se manifestaron este lunes en
Nueva York.
"Nos despertamos, agarramos valor, se fue aquel miedo que siempre teníamos",
dijo allí Gabriela García, una mexicana de 37 años, en referencia a la metáfora
del "gigante dormido" con el cual se comparaba hasta ahora a los hispanos en
Estados Unidos.
Más de 100.000 manifestantes, muchos portando camisetas blancas para
simbolizar la paz y banderas estadounidenses y de sus países de origen, se
reunieron en Washington, desbordando la larga explanada de césped que va desde
el Capitolio a la Casa Blanca.
"¡Sí se puede! ¡Sí se puede!", coreaban, utilizando el lema de los
cosechadores de uva de origen mexicano en California en los años 60.
Como en el resto del país, muchos vestían camisetas blancas para simbolizar
la paz y portaban carteles con las leyendas "Nosotros somos América" (We are
America) y "No soy un criminal" (I am not a criminal).
Más de 100.000 personas se movilizaron también este lunes en el sureste de
Estados Unidos, sobre todo en masivas marchas en Ft. Myers (Florida, 75.000
manifestantes) que paralizaron el tráfico y los accesos a la ciudad, y Atlanta
(Georgia, 30.000 a 40.000).
Otras 100.000 personas tomaron las calles de Phoenix (Arizona), según la
policía y los organizadores, al grito de "Hoy marchamos, mañana votamos".
"Esto es un movimiento nacional de justicia para los inmigrantes, es la lucha
de derechos civiles de nuestra generación, y los partidos políticos tienen que
entender que esto es algo que no va a desaparecer, se está politizando, y si no
hay una reforma habrán repercusiones políticas", dijo a la AFP Joshua Hoyt,
organizador de las protestas en Chicago.
"Voy a apoyar a mi gente (...) Queremos mostrar que estamos unidos, no
importa si uno tiene papeles o no", indicó Berta Sánchez, una salvadoreña que
hace 19 años llegó ilegalmente a Estados Unidos y ahora tiene sus papeles,
frente al obelisco de Washington con su esposo y sus dos niños.
Manifestaciones de menor porte, con concurrencias de varios miles de
personas, tenían lugar en otras decenas de ciudades del país, desde Lake Worth
(Florida), pasando por Jackson (Mississippi), hasta Las Vegas (Nevada) u Omaha y
Lincoln (Nebraska).
El presidente George W. Bush, cuya propuesta de otorgar permisos de trabajo
temporarios a extranjeros ha dividido a su Partido Republicano, pidió el lunes
"compasión" hacia los inmigrantes pero también mejorar la seguridad
fronteriza.
Bush insistió en que los indocumentados que quieran la ciudadanía deberán
"hacer cola como todo el mundo" después de cumplir una serie de requisitos como
aprender inglés y pagar impuestos atrasados.
Senadores republicanos y demócratas anunciaron la semana pasada un acuerdo
para legalizar a 10 de los 12 millones de indocumentados, mejorar la seguridad
fronteriza y otorgar 325.000 visados de trabajo temporario a extranjeros cada
año, pero menos de 24 horas después debieron admitir su fracaso en aprobar las
medidas antes de un receso parlamentario, a raíz de peleas partidarias.
El presidente de la Comisión Judicial del Senado, Arlen Specter, prometió que
el 24 de abril, cuando termine el receso, el debate será reanudado. Sin embargo,
muchos temen que la oportunidad de lograr una reforma migratoria amplia este año
ya fue desperdiciada.
Las protestas son alimentadas también por la aprobación de un duro proyecto
de ley en la Cámara de Representantes a fines de 2005, que prevé la construcción
de un muro de más de 1.000 km en la frontera con México, convertir en un delito
penal el ser un indocumentado, y penalizar a quienes los ayuden o empleen.
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