El Diario, Nueva York
¿Por qué no debemos esperar?
Unos días atrás, le decía a Dios en una de esas oraciones que me permiten
pelear con ella: "George W. Bush es un asesino, racista, verdugo, mentiroso,
dictador y sanguinario".
Dios en cambio muy sabiamente me contestó como siempre suele contestarme: "Yo
lo sé, ¿y tú que vas a hacer? "¡Que bueno es tener a una Diosa que no nos quita
la responsabilidad si no que más bien nos pone de cara a la misma!
De aquí la necesidad de reconocer la existencia de un desafío bushista el
cual se sigue manifestando a través de una ideología nazionalista.
Esta es una especie de idolatría la cual puede ser identificada como un
cristianismo fascista con la intención de justificar los sentimientos de odios y
desprecios y a la misma vez excusar las acciones racistas, sexistas,
heterosexistas, etnocentristas, clasistas, entre otras muchas.
De aquí la realidad de tener que acusar a Bush y a su gobierno de genocidio y
holocausto contra la humanidad.
La resolución 260 (III), del 9 de diciembre 1948, de la Asamblea General de
las Naciones Unidas nos dice en el artículo 2, entre otras cosas, que genocidio
es cuando ocurre el asesinato de personas que pertenecen a unos grupos
específicos; o cuando se causa daños serios tanto físicos como mentales a estas
personas. El artículo 3 también nos dice que el genocidio, la conspiración para
cometer genocidio, el intento o la complicidad para cometer genocidio deben de
ser castigado por la ley.
A mi juicio, todas estas violaciones contra la dignidad y la integridad
humana se cometieron recientemente por parte de Bush y su gobierno cuando el
huracán Katrina. A la gente de Louisiana y Mississippi se le dejó morir porque
pertenecían a uno o más de esos grupos los cuales la clase dominante en Estados
Unidos no quieren:
Gente negra, Latina y/o pobres.
El informe del año 2005 de Amnistía Internacional de Estados Unidos formuló
unas acusaciones serias contra el gobierno de Bush concerniente a torturas
llevadas a cabo contra grupos de prisioneros de guerras en la cárcel militar de
Guantánamo, Cuba y la cárcel militar en la Base Aérea en Garam, Afganistán. Este
informe enfatiza y critica el rechazo por parte del gobierno de Bush de permitir
el que se investigue y se evalúen las condiciones de los prisioneros, lo cual no
deja de ser un encubrimiento.
También es necesario acusar al gobierno de Bush de llevar a cabo el crimen de
holocausto ya que este concepto es aplicable en situaciones en donde un aparato
gubernamental lleva a cabo o auspicia la persecución, y comete genocidio contra
grupos políticos.
Aquí están los grupos independentistas puertorriqueños. El asesinato del
Comandante Filiberto Ojeda Ríos, líder del Ejercito Popular Boricua, los
Macheteros, en Puerto Rico por parte de la policía federal (FBI) es un ejemplo
de este tipo de crimen y también lo es su amenaza de perseguir y arrestar a más
de 150 personas involucradas con este movimiento de descolonización.
¿Por qué entonces no debemos ni podemos esperar? Porque no nos da la gana de
permitirle a Bush y a su administración que sigan gobernando de esta manera
fascista.
Hay que sacarles de la presidencia; ¡basta ya coño!
De aquí la invitación a que nos sumemos a la gran demostración que se está
organizando para el miércoles, 2 de noviembre, con la intención de sacar a esta
gente de la presidencia.
Todos los caminos conducen a Union Square (calle 14) en la ciudad de Nueva
York a las 12 del mediodía.
Paz con justicia y saquemos a Bush, que ¡sí se puede!
lbarrios@jjay.cuny.edu
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