5 de mayo de 2006
Estados Unidos rechaza acusaciones de
tortura ante comité de la ONU
GINEBRA (AFP) - Estados Unidos negó el viernes las acusaciones de tortura que
han suscitado sus métodos de lucha antiterrorista, durante su primera
comparecencia ante el Comité de la ONU contra la Tortura desde los atentados del
11 de septiembre de 2001.
"La legislación penal estadounidense y los tratados internacionales que
Estados Unidos se ha comprometido a respetar prohíben la tortura", afirmó tras
la apertura de la sesión en Ginebra, Barry Lowenkron, subsecretario de Estado
para la democracia, los derechos humanos y trabajo.
"Estados Unidos no practica (la tortura) y no la acepta", subrayó
Lowenkron.
El gobierno estadounidense se esfuerza por el contrario en erradicar la
tortura y otros tratos crueles o inhumanos, según el estadounidense, quien
explicó que "no se trata sólo de una obligación legal, sino de un imperativo
moral que nuestra nación adoptó desde sus primeros días".
La delegación estadounidense encabezada por Lowenkron está compuesta por una
treintena de responsables del departamento de Estado y del Pentágono, que
responden ante diez expertos independientes del Comité.
Este órgano está encargado de verificar regularmente el respeto de la
Convención de la ONU contra la Tortura en los 141 países que la han ratificado.
El texto, adoptado en diciembre de 1984 y que entró en vigor en junio de 1987,
prohíbe la tortura y toda otra pena o trato cruel, inhumano o degradante.
Estados Unidos recordó que ratificó con reservas la Convención en 1994,
principalmente debido al hecho de que no la aplicaría en conflictos armados.
Según esta explicación quedarían excluidas las operaciones estadounidenses en
Afganistán e Irak y el resto de campañas antiterroristas, incluida la detención
de sospechosos en su base de Guantánamo, Cuba.
En este preciso asunto se centraron la mayoría de las 59 preguntas
interpuestas por el Comité a lo largo de tres horas de sesión para esclarecer
los métodos de detención e interrogación de presuntos terroristas por Estados
Unidos.
El consejero jurídico del Departamento de Estado, John Bellinger, reconoció
que si bien la Convención tiene un carácter jurídico limitado, "la tortura está
claramente y categóricamente prohibida, tanto por los tratados sobre derechos
humanos como por las leyes de guerra".
El pasado febrero un informe de expertos de la ONU concluyó que "las
condiciones generales de detención (en Guantánamo) equivalen a un trato
inhumano" y, en algunos casos, "se parecen" a torturas. Washington rechazó estas
observaciones.
Para Bellinger "las acusaciones que concernien las actividades de las fuerzas
armadas o de los servicios de información estadounidenses son tan exageradas que
resultan absurdas".
La delegación negó igualmente que Washington transfiera en secreto a
detenidos sospechosos de terrorismo a países donde se practica la tortura.
El próximo lunes el Comité mantendrá una nueva sesión con la comitiva
estadounidense antes de emitir sus conclusiones, no vinculantes, el 19 de
mayo.
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