Revolución #116, 20 de enero de
2008
¿Los KKKlanistas marcharán con dogales en Jena, Louisiana, el Día de
Martin Luther King sin oposición?
¡¡DE NINGÚN MODO!!
Un grupo de supremacistas blancos que se llama “Movimiento Nacional” dice que
va a marchar en Jena el 21 de enero. Exhorta a sus seguidores a llevar pancartas
que piden meter presos a los 6 de Jena y cancelar como día nacional feriado la
conmemoración a Martín Luther King, y que dicen “abajo el comunismo”. ¡¡¡Piden
abiertamente que traigan DOGALES!!!
Por todo el país, apenas la gente oyó eso, muchos dijeron: “Es hora de
regresar a Jena”. En Jena, muchos dijeron: “Es hora de que la gente regrese a
Jena”.
La Coalición del 21 de Enero ha sacado una convocatoria que exhorta a gente
de todas las nacionalidades a ir a Jena el lunes 21 de enero para proclamar:
¡Oponerse a los racistas de chusma linchadora! ¡No a los dogales! ¡Libertad para
los 6 de Jena! ¡Queremos un mundo mejor! (Ver la convocatoria en esta
página).
La convocatoria ya tiene las firmas de personas destacadas e importantes:
vecinos negros y blancos de Jena, algunos de los padres de los 6 de Jena, 60
inquilinos del multifamiliar Cabrini Green de Chicago, Cornel West, Herb Boyd,
Cindy Sheehan y Medea Benjamin. Todavía buscan más firmas y esto se está
convirtiendo en algo muy significativo.
Alentamos a divulgar por todas partes esta convocatoria, firmarla y conseguir
que otros la firmen. La convocatoria lanza un importante reto a la gente de
todas las nacionalidades a movilizarse para estar presentes en Jena el 21 de
enero para CALLAR a estos KKKlanistas, cuyo mensaje es llevar a cabo terror y
asesinatos contra los negros.
¿Qué hora es en Estados Unidos?
Los dogales que colgaron de un árbol “solo para blancos” en la prepa Jena
arrojaron luz sobre las relaciones sociales e instituciones opresivas y
desiguales que existen hoy mismo y que se hacen cumplir a la
fuerza.
Eso resonó entre los negros por todo el país, ASÍ COMO entre los
despreciables y odiosos promotores de la supremacía blanca, que están
contraatacando en respuesta a la poderosa manifestación en Jena el 20 de
septiembre de apoyo a los 6 de Jena.
Por todo este país se está dando una batalla sobre los DOGALES y todo lo que
representan. Es una verdadera lucha sobre la clase de mundo en el que queremos
vivir.
Después de la protesta del 20 de septiembre en Jena, en apenas los dos
meses que siguieron hubo por lo menos de 50 a 60 incidentes de
dogales por todo el país. Solo en octubre del 2007 hubo 22 incidentes
con dogales. El del 4 de octubre colgaron un dogal en un edificio en
construcción en O’Hara Township, Pensilvania; el 5 de octubre encontraron
dogales en un árbol frente a una prepa en Colombia, Carolina del Sur; el 9 de
octubre, en la Universidad Columbia, una profesora negra que enseña justicia
racial encontró un dogal colgado de la puerta de su oficina; el 22 de octubre,
en Brooklyn, Nueva York, mandaron un dogal al director negro de la prepa
Carnarsie; y el 24 de octubre, en Shreveport, Louisiana, encontraron un dogal en
el comedor para médicos del Centro de Salud de la Universidad Estatal de
Louisiana.
Pero la imposición a la fuerza de la supremacía blanca y la explosión de las
asquerosas amenazas racistas contra los negros no es simple ni fundamentalmente
una cuestión de las fechorías de unos racistas. Todo esto está sucediendo al
mismo tiempo que la Suprema Corte, el máximo tribunal de justicia del país, ha
revocado el fallo Brown vs. Board of Education y así ha robustecido de manera
oficial la segregación y las desigualdades en las escuelas. Esto está sucediendo
a unos cientos de millas de Nueva Orleáns, donde el gobierno federal llevó a
cabo horrorosos crímenes contra cientos de miles de negros, los abandonó ante el
azoto del huracán Katrina, los trató como animales, los evacuó sin piedad y
luego impidió que regresaran a reconstruir sus hogares.
La supremacía blanca, los linchamientos y el terror del KKK son producto de
un sistema y están al servicio de él; es un sistema que no pudo haber existido
si no fuera primero por la esclavitud, y luego la semi-esclavitud y la
segregación y el terror centrados en el Sur.
El sistema económico de la ESCLAVITUD fue una parte integral y fundamental
del desarrollo y crecimiento del capitalismo en Estados Unidos. El fin de la
esclavitud no acabó con la sistemática opresión y explotación de los negros,
quienes, en sus millones, sufrieron una nueva forma de explotación como
aparceros. De eso surgió toda una “cultura sureña”: la quema de cruces por el
KKK, los linchamientos, un sistema jurídico racista conocido como Jim Crow con
escuelas públicas, fuentes de agua, trenes, camiones y todo tipo de servicios
públicos “solo para blancos” y “solo para negros”.
Hasta la fecha se hacen cumplir a la fuerza esas relaciones desiguales y
opresivas. Y aunque la mayoría de los negros no experimentan linchamientos y la
quema de cruces (eso es lo que quieren volver a hacer los klanistas que planean
marchar en Jena), experimentan el terror diario de la brutalidad y asesinatos
policiales.
Desde el principio, el sistema capitalista se ha beneficiado de la
explotación y opresión del pueblo negro, y la supremacía blanca es parte
integral de los cimientos de este sistema: las relaciones económicas, las
relaciones sociales y las ideas y cultura que surgen de esas relaciones de
desigualdad y las refuerzan. Por eso solo acabar con este sistema, hacer la
revolución y construir una sociedad socialista totalmente nueva que se
fundamenta en la emancipación de toda la humanidad podrá de veras acabar con la
opresión del pueblo negro y de las otras nacionalidades oprimidas de este
país.
La realidad de los linchamientos del pasado y actuales
El plan de los klanistas de marchar en Jena se da en un ambiente en este país
en el que la supremacía blanca tiene rienda suelta a hacer de las suyas. Veamos
nada más lo que ha sucedido solo desde el 20 de septiembre, cuando decenas de
miles de personas fueron a Jena para decir: ¡BASTA YA!
14 de noviembre: En Pasadena, Texas, un racista blanco que se llama Joe Horn
vio a dos latinos, que le parecían negros, entrar a la casa de un vecino. Horn
llamó al 911 para decir que los iba a matar, y eso es precisamente lo que hizo:
una sentencia de muerte por sospecha de robo. Cuando un grupo de 10 negros
marchó en protesta, los rodearon cientos de partidarios de Joe Horn que cargaban
banderas estadounidenses, lanzaban insultos racistas y coreaban “¡USA! ¡USA!”. A
Horn no lo han acusado de nada.
23 de diciembre: A un señor negro de Long Island, Nueva York, lo condenaron
de homicidio en segundo grado y podría ir a la cárcel de 5 a 15 años, tras un
enfrentamiento con “una chusma linchadora” frente a su casa. John White dice que
recuerda sus viajes de niño al Sur, donde las chusmas del KKK corrieron a su
abuelo de Alabama en los años 20. White dice que en eso es en lo que pensó
cuando las chusma de blancos lo amenazó con los puños y lanzó insultos racistas.
La airada chusma de blancos siguió a su hijo a la casa porque supuestamente hizo
comentarios sexuales acerca de una señora blanca. White dice: “En la historia de
mi familia, así es cómo llega el KKK. Llega en carros, te ciega con las luces y
quema la casa. Le amenaza a la familia. Así es cómo llegaron ellos”.
Un mes después, el 4 de enero: Al informar sobre la gira de golf PGA, Kelly
Tilghman, corresponsal del canal Golf y principal locutora de la jugada a
jugada, hablando sobre el dominio de Tiger Woods de la Gira Profesional de Golf,
se rió y dijo que sus competidores deben “linchar a Tiger Woods en un callejón”.
Como de costumbre, Tilghman emitió una disculpa formal y pidió disculpas “a
quienes mis comentarios ofendieron”, ¡como si ella misma no se ofendió y no
tenía idea de por qué semejante comentario es tan racista!
La historia de los dogales y los linchamientos en este país es larga y
profunda. No es algo solo del pasado. En 1981, miembros del KKK de Alabama
agarraron a Michael Donald al azar y, furiosos porque en un juicio no condenaron
a un negro acusado de matar a un policía, le dieron una paliza con el ramo de un
árbol y luego le cortaron el cuello y lo lincharon de un árbol.
¿Recuerdan lo que le pasó a James Byrd? Fue un hombre negro de Jasper, Texas,
a quien unos racistas blancos le pusieron un dogal y lo arrastraron desde una
camioneta hasta que lo decapitaron. ¿En qué año fue? No fue en 1870, ni tampoco
en 1920 ó 1950, sino en 1998.
Según el Instituto Tuskegee, entre 1880 y 1951, a 3,437 afroamericanos los
lincharon. Eso quiere decir que para muchos negros en este país, los DOGALES y
los LINCHAMIENTOS no son historia antigua.
Hace poco, el actor Denzel Washington estaba en el programa de Tavis Smiley
hablando de su nueva película American Gangster y el personaje que
representa, el narcotraficante Frank Lucas. Washington dice que introdujo en la
historia lo que le pareció uno de los más fascinantes “incidentes” de la vida de
Lucas: cuando tenía seis años vio el asesinato de su primo por “mirar
peligrosamente”. Denzel dijo: “Dijeron que ese chavo de 12 años, 12 ó 13, algo
así, le estaba mirando a una mujer blanca. En eso, unos klanistas, u otras
autoridades, fueron a su casa, le pusieron una escopeta en la cara de su primo y
le dispararon ante sus ojos”.
El árbol “solo para blancos” desde que colgaron los dogales en Jena es el
símbolo de un “estilo de vida” de segregación descarada, discriminación y
desigualdad para el pueblo negro.
Fue un eco de muchas décadas en la historia de este país, cuando el KKK
andaba linchando a los negros; cuando los sheriffs al anochecer se ponían
sábanas blancas; cuando cualquier blanco podía matar a un negro sin ninguna
consecuencia; cuando a Emmett Till, de 14 años, lo asesinaron por haberle
silbado a una señora blanca y a los asesinos los absolvió un jurado todo
blanco.
Esos dogales reflejan la realidad de los jóvenes negros muertos por la
policía o encerrados en las prisiones por el resto de la vida. De la “justicia”
de Estados Unidos del siglo 21, donde un jurado todo blanco sentenció a Mychal
Bell (uno de los 6 de Jena) a años en la cárcel por luchar contra la supremacía
blanca, lo cual el Departamento de federal Justicia de “normal, no anormal”. De
los vecinos de Jena recuerdan que hace poco un grupo de blancos mató de golpes a
un negro por haberse chocado accidentalmente con una señora blanca.
Con su marcha en Jena, lo que los klanistas quieren defender es LAS COSAS
COMO SON.
Este año, el desfile oficial del día de Martin Luther King será el domingo 20
de enero, un día antes del día feriado nacional. Para muchas personas por todo
el país, el día de MLK está relacionado a la lucha contra la supremacía blanca y
la opresión del pueblo negro y es una infamia que estos kkklanistas quieran
marchar ese día. (Ver el artículo sobre el papel de Martín Luther King, Jr.,
“Martin Luther King... Y lo que realmente necesitamos”).
La unidad que necesitamos
Hay que confrontar y oponerse políticamente a los supremacistas blancos y
ponerlos a la defensiva. Como dijo un vecino de Jena: “Si ellos [los racistas]
hacen esto y nadie se opone, van a pensar que pueden hacer lo que les dé la
gana”. Pero el mensaje que surge ese día tiene que ser muy diferente: hace mucho
pasó el tiempo en que esto se puede tolerar. Tiene que haber una poderosa
respuesta política y por toda la sociedad hay que captar mejor la clase de
unidad que necesitamos, de personas de todas las nacionalidades unidas contra la
supremacía blanca donde sea que aparezca.
Tenemos que recordar que fue BUENO que los dogales colgados en Jena no
pasaron desapercibidos, que no se los descartó como si no fueran nada o como
algo pasajero. ¡NO! Por todo el país y el mundo se supo del incidente y la gente
se dio cuenta de que era algo a lo que había que oponer resistencia amplia,
audaz y poderosamente. La gente sintió la necesidad de encontrar la manera de
decir: ¡BASTA YA!
Es una vergüenza que muy pocos blancos —de Jena y otras partes— estuvieron en
la protesta del 20 de septiembre de “Libertad para los 6 de Jena”. Ahora es muy
importante que blancos vayan a Jena el 21 de enero para protestar contra la
supremacía blanca.
Los blancos de Jena que dicen que no son racistas, y que tal vez lamentan que
no participaron en la protesta del 20 de septiembre, ¡ahora tienen una segunda
oportunidad! Los klanistas dicen que la gente blanca de Jena marchará con ellos.
Y el sistema atacará a cualquiera, negro o blanco, que se opone al statu quo
racista. Como dijo una joven blanca de Jena: “Si eres blanco y vas a visitar a
tus amigos negros en su comunidad, te paran porque ‘no debes estar ahí’”. A los
que luchan contra la supremacía blanca, negros o blancos, hay que apoyarlos, y
si hay amenazas oficiales o extraoficiales, hay que respaldarlos.
¡No hay “terreno neutral” cuando los supremacistas blancos planean una marcha
con DOGALES en el día de MLK! La cuestión es qué mensaje saldrá de Jena el día
de MLK. ¿El de los klanistas que marchan con dogales sin que nadie se oponga? ¿O
el de una poderosa respuesta política que AHOGA su mensaje de odio?
Las masas de todas las nacionalidades tienen un interés común en oponerse a
la supremacía blanca. Pero forjar esa unidad requerirá mucha lucha. Y es
importante forjar en los hechos manifestaciones concretas y visibles de la
resolución popular de NO TOLERAR la supremacía blanca de ninguna forma.
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